Está orgulloso de que, con solo 20 años, le hayan ofrecido lo que considera la oportunidad de su vida: encarnar a un personaje más maduro en una producción de época y además junto a actores de la talla de Juan Diego. Ser Martín en 'Toledo' es un auténtico caramelo para él.
-Y un sueño hecho realidad.
-Totalmente. ¿Te has dado cuenta del reparto que tiene 'Toledo'? Con estos compañeros no me importa quedar en segundo o tercer plano.
-¿Pero te impone?
-No, me motiva. Tienen más años de profesión que yo de vida. Esta serie es lo mejor que me ha pasado en mi carrera, hay que aprovecharlo.
-Y a los compañeros, que están empezando, ¿les das consejos?
-Para nada. Son novatos pero vienen pisando fuerte y cumplen perfectamente todas las órdenes del director.
-Nunca habías hecho una historia de época; ¿qué es lo más difícil?
-La expresión corporal. Hay que guardar mucho las distancias y ser muy comedido en el gesto, ser elegante.
-¿Cómo te has preparado?
-He recibido clases de hípica, he aprendido a manejar la espada… También he leído libros sobre la época y he visto películas como 'El reino de los cielos' o 'Robin Hood'…
-¿Qué tal se te daba la asignatura de Historia en el colegio?
-Siempre me ha gustado mucho, sobre todo, la Edad Media; supongo que, como a muchos chicos, por lo que tiene de aventura. Ahora que la veo más cerca, la época de Alfonso X debió ser fascinante: cómo logro esa convivencia entre las tres religiones.
-¿Tienes miedo a las críticas?
-No, siempre van a estar ahí. Habrá quien diga que he mejorado y quien piense que estoy haciendo lo mismo que en -Física o Química-.
-Pero el personaje es diferente…
-Es totalmente distinto y, además de responsabilidades, tiene conflictos mucho más fuertes que los de Cabano.
-¿Causados por el amor?
-Por supuesto. Esa es precisamente una de las tramas más potentes de la serie, ya que Martín, cristiano, se enamora de Fátima [Paula Rego], musulmana, la religión de quienes asesinaron a su familia.
-¿Preparado para vivir de nuevo el fenómeno fan?
-No creo que se vuelva a repetir lo que pasó con 'Física o Química'. Esta serie va dirigida a otro tipo de público.
-¿Has madurado como actor?
-Eso creo. Yo sí que noto el cambio. Pero también es cierto que sigo aprendiendo y no tengo ninguna prisa. Cada vez me obligo a hacer mejor mi trabajo y a mirar muy atentamente cómo lo hacen los grandes.
-¿Y si un día dejan de llamarte?
-Pues me parecería normal. Llevo cuatro años sin parar de trabajar y hay mucha gente válida y preparada que ni siquiera ha tenido una oportunidad para demostrarlo.
-¿A qué te dedicarías entonces?
-Seguiría estudiando. Ya hice dos módulos de comercio y este año quiero aprender algo de imagen. Pero prefiero no pensar en el futuro, la mayoría de los españoles lo tiene bastante difícil y para mí lo más lejano es mañana.
-¿Sigues compaginando la televisión con el cine?
-Es mi intención. Acabo de estrenar la película 'XP3D' y el 10 de febrero llegará a los cines 'El secreto de los 24 escalones', que rodé hace dos veranos con Aída Flix, Ona Casamiquela y Albert Adrià.
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