Las calles de Toledo les han visto coquetear, pelearse, despedirse para siempre y también besarse con pasión. Como en toda gran historia de amor. Maxi Iglesias y Paula Rego son conscientes de que Martín y Fátima deben pasar por esos estadios y muchos más antes de saber si terminarán o no juntos, y disfrutan de cada momento. “Lo más chulo es comprobar cómo maduran los personajes en cada capítulo –afirma Paula–. Fátima ve ahora a Martín como un héroe de cuento, valiente y con buen corazón, dispuesto a todo por ayudar a los que quiere”.
Maxi confirma que han evolucionado: “Al principio se atraían por el pique entre el cristiano y la musulmana, pero cada vez ella se muestra más cómo es, con carácter e iniciativa, y a él esto le gusta todavía más”.
Como actores sobre los que recae la responsabilidad de enganchar al público joven, también se aplican para que esa química explote. “Maxi, además de que coincide con Martín en que es muy buena gente, tiene experiencia y me ayuda un montón. No se le escapa ni una, es un punto positivo”.
En efecto, entre la serie 'Física o Química' y algunas películas como 'Mentiras y gordas', suma un puñado de ‘rollitos’ ante la cámara. Pero, según él, Paula es una debutante con olfato: “Para ser la primera vez que participa en una serie con un papel de peso, llama la atención lo bien que lleva la presión, siempre tira para adelante con optimismo y ganas de aprender. No es fácil tenerlo todo controlado, poca gente lo consigue”. “Sí, soy una esponja –remata ella–. Me fijo en los veteranos, unos cracks, y también en los jóvenes”.
Paula se tiró a la piscina, literalmente, ya en el primer capítulo, en el que aparecía desnuda dándose un baño en el jardín de su palacio. ¿El peaje de las novatas guapas o imperativo del guión? “En todas las entrevistas me preguntan por ello… Y bueno, lo llevo con naturalidad. A mí me costó, una tiene sus reservas. Cada uno puede opinar lo que quiera, pero estaba justificado: cuando te bañas, lo haces desnudo. Yo no sabía demasiado sobre la cultura árabe, pero el agua para ellos es sagrada. Había que mostrar a Fátima con ese contacto con el agua tal cual. Igual que otros días sale cortando las plantas o lee un libro [en el siglo XIII no había] y no lo hace desnuda”.
La religión también es la excusa perfecta para, en este caso, ‘vestir’ el romance de peligros y amenazas. ¡Peor que Romeo y Julieta! “Por encima de los choques familiares, en aquel entonces la diferencia la marcaba la religión. Por eso nuestro amor es imposible…”, afirma Maxi.
Hasta ahora Fátima ha sido la más racional y resignada, pero, según Paula, todo cambiará: “En el fondo es rebelde y no quiere aceptar las normas que conllevan la sumisión de la mujer. Me encanta que le dé igual sacrificar lo que sea, irá a muerte a por su objetivo. Es una adelantada a su época. Yo soy igual de cabezota y lucho hasta el final por las cosas en las que creo. Habrá chicas que se identificarán con ella porque es algo universal”.
De hecho, coinciden en que esos conflictos sigue vigentes o al menos así lo explican ellos: “Si en esa época les pillaban, a ella la azotaban y a mí me desterraban; hoy igual no es algo de vida o muerte, pero si un cristiano se casa con una musulmana, seguro que tienen dificultades”. Paula insiste: “Yo conozco el caso de un chico palestino que salía con una española y la familia puso muchísimos problemas. Al final, por la presión, se han separado”.
Además del credo, hay otra amenaza aún más potente: la audiencia. 'Toledo' comenzó con el 20 por ciento de share y más de tres millones y medio de espectadores; ocho capítulos después, los datos han bajado al 12 por ciento y a algo más de dos millones. “Sí, suelo mirar estas cifras, y en esta serie quizá les estoy prestando más atención –reconoce Maxi–. Son misiones difíciles y, cuando se logran, la competencia es mayor”. Se refiere al traslado de 'La fuga a los martes'. “La he visto y me gusta; no me preocupa, pero cada vez es más complicada la coexistencia”.
“Yo tampoco estoy nerviosa porque confiamos en nuestro trabajo”, apunta Paula, más inexperta en estas lides y también en tratar con los fans: “El otro día, en el tren, se me acercó una chica por primera vez y me pidió un autógrafo. ¡Me quedé parada! La calle es un termómetro y se nota la buena acogida, la gente nos trata con cariño”.
Maxi cree que no repetirá un boom como el que tuvo. “Nunca ha sido un problema. Lo malo sería tener una porquería de trabajo y un sueldo asqueroso. El porcentaje de cosas negativas es mínimo”. De hecho, gracias al tirón de la tele ambos aspiran al cine. “Me apetece una producción grande”, reconoce Maxi, quizá pensando en una versión de 'Dos policías rebeldes' con su amigo Luis Fernández. Pero eso ya es otra historia…
No es casualidad que Maxi y Paula comenzaran como modelos. Él apenas tenía experiencia cuando debutó hace cuatro años, a los 17, en 'Física o Química'. Después animó 'Los protegidos' y ha lucido su intensa mirada azul en '8 citas', 'After', 'Mentiras y gordas' o 'XP3D'. En breve estrenará 'El secreto de los 24 escalones', una pequeña producción sobre unos jóvenes que descubren un cementerio templario en los Pirineos.
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